Es muy útil empezar a reflexionar desde ahora sobre los objetivos que se quieren cumplir en la universidad. La idea es que el ingreso a la educación superior se convierta en una etapa beneficiosa, donde se puedan desarrollar los talentos y adquirir los conocimientos para ser un excelente profesional. Pero eso hay que proponérselo. No llega solo.
Después de la etapa de matrículas, debiera llegar la calma, aprovechar bien las vacaciones y pensar en que hay que estar bien descansado para enfrentar una nueva etapa: los estudios superiores.
No es para asustarse, sino para disponerse a entrar a un nuevo sistema, que en el 99% de los casos es muy distinto al colegio. Claro, acá los profesores no dictan, hay más que estudiar, las clases, por lo general, son más extensas y hay más libertades, lo que puede ser sinónimo de tentaciones.
En ese escenario, hay que saber actuar para obtener buenos resultados. No te vaya a pasar que estés noches enteras estudiando o haciendo trabajos sin obtener buenas notas. ¿Puede pasar? Claro, si no sabes estudiar bien y no eres metódico en las horas de clases, no es difícil que eso ocurra.
Según la académica de la Facultad de Educación de la sede de Concepción de la Universidad San Sebastián, Alejandra Nocetti, un estudiante exitoso es el que es capaz de combinar bien distintos aspectos cognitivos, metacognitivos y afectivos.
Pongamos casos concretos. Por ejemplo, si se habla del plano cognitivo, dice que un buen alumno es, entre otras cosas, el que sabe leer con el objetivo de captar los contenidos esenciales de un texto. Para eso explica, es necesario utilizar estrategias, como la lectura de títulos y subtítulos, subrayar palabras clave y hacer anotaciones al margen del texto. Así se logra identificar lo esencial.
Con Pensamiento propio
Otra característica importante de un buen alumno, a juicio de ella, es la capacidad de síntesis. En ese sentido, hacer resúmenes, esquemas y mapas conceptuales mientras se estudia es súper útil, sobre todo si se hacen antes de una evaluación.
"Un alumno exitoso también es capaz de expresar con sus propias palabras las ideas centrales de un texto o una clase, reuniendo los elementos de un tema para construir un todo coherente. Además, está consciente de que la ejercitación le permite consolidar el aprendizaje en determinadas áreas y establece constantemente relaciones entre los conocimientos que ya tiene sobre algo y lo nuevo que se les está presentando", comenta la docente de la Universidad San Sebastián.
Pero hay características que van más allá de lo cognitivo. Por eso, Alejandra Nocetti destaca que es muy relevante para que a un joven le vaya bien en la universidad, éste se conozca a sí mismo, o sea, que sepa cuáles son sus fortalezas y debilidades como estudiante. Eso les ayudará fundamentalmente a captar cuáles son las exigencias que plantea cada asignatura y responder bien a ese desafío, a través de estrategias adecuadas.
Otro aspecto importante que comenta la entrevistada es la necesidad de que un alumno sepa darse cuenta a tiempo cuando no está entendiendo. De esa forma, podrá ponerse en acción, preguntar y aclarar dudas, ya sea con sus compañeros o profesores.
Ya sabes, un alumno exitoso tiene que trabajar distintas facetas. Y si no fuiste un estudiante destacado en el colegio todavía estás a tiempo de ponerte las pilas para serlo en la universidad.
Tienes que proponértelo.
Más allá de las notas
Alejandra Nocetti explica que para los buenos alumnos, los estudios ocupan un lugar importante en su vida, pero que, realmente, no lo hacen sólo por la nota, sino por el placer de entender mejor la realidad.
También comenta que éstos se dan cuenta de que el aprendizaje siempre exige dedicación y que, por lo mismo, se esfuerzan independientemente del disgusto por la materia, el profesor o las dificultades implícitas del aprendizaje.
Para andar bien en las clases, la académica destaca que es necesario aprender a organizar el tiempo, de manera que se evite la presión y el estrés de estar con los cuadernos a última hora.
Después de la etapa de matrículas, debiera llegar la calma, aprovechar bien las vacaciones y pensar en que hay que estar bien descansado para enfrentar una nueva etapa: los estudios superiores.
No es para asustarse, sino para disponerse a entrar a un nuevo sistema, que en el 99% de los casos es muy distinto al colegio. Claro, acá los profesores no dictan, hay más que estudiar, las clases, por lo general, son más extensas y hay más libertades, lo que puede ser sinónimo de tentaciones.
En ese escenario, hay que saber actuar para obtener buenos resultados. No te vaya a pasar que estés noches enteras estudiando o haciendo trabajos sin obtener buenas notas. ¿Puede pasar? Claro, si no sabes estudiar bien y no eres metódico en las horas de clases, no es difícil que eso ocurra.
Según la académica de la Facultad de Educación de la sede de Concepción de la Universidad San Sebastián, Alejandra Nocetti, un estudiante exitoso es el que es capaz de combinar bien distintos aspectos cognitivos, metacognitivos y afectivos.
Pongamos casos concretos. Por ejemplo, si se habla del plano cognitivo, dice que un buen alumno es, entre otras cosas, el que sabe leer con el objetivo de captar los contenidos esenciales de un texto. Para eso explica, es necesario utilizar estrategias, como la lectura de títulos y subtítulos, subrayar palabras clave y hacer anotaciones al margen del texto. Así se logra identificar lo esencial.
Con Pensamiento propio
Otra característica importante de un buen alumno, a juicio de ella, es la capacidad de síntesis. En ese sentido, hacer resúmenes, esquemas y mapas conceptuales mientras se estudia es súper útil, sobre todo si se hacen antes de una evaluación.
"Un alumno exitoso también es capaz de expresar con sus propias palabras las ideas centrales de un texto o una clase, reuniendo los elementos de un tema para construir un todo coherente. Además, está consciente de que la ejercitación le permite consolidar el aprendizaje en determinadas áreas y establece constantemente relaciones entre los conocimientos que ya tiene sobre algo y lo nuevo que se les está presentando", comenta la docente de la Universidad San Sebastián.
Pero hay características que van más allá de lo cognitivo. Por eso, Alejandra Nocetti destaca que es muy relevante para que a un joven le vaya bien en la universidad, éste se conozca a sí mismo, o sea, que sepa cuáles son sus fortalezas y debilidades como estudiante. Eso les ayudará fundamentalmente a captar cuáles son las exigencias que plantea cada asignatura y responder bien a ese desafío, a través de estrategias adecuadas.
Otro aspecto importante que comenta la entrevistada es la necesidad de que un alumno sepa darse cuenta a tiempo cuando no está entendiendo. De esa forma, podrá ponerse en acción, preguntar y aclarar dudas, ya sea con sus compañeros o profesores.
Ya sabes, un alumno exitoso tiene que trabajar distintas facetas. Y si no fuiste un estudiante destacado en el colegio todavía estás a tiempo de ponerte las pilas para serlo en la universidad.
Tienes que proponértelo.
Más allá de las notas
Alejandra Nocetti explica que para los buenos alumnos, los estudios ocupan un lugar importante en su vida, pero que, realmente, no lo hacen sólo por la nota, sino por el placer de entender mejor la realidad.
También comenta que éstos se dan cuenta de que el aprendizaje siempre exige dedicación y que, por lo mismo, se esfuerzan independientemente del disgusto por la materia, el profesor o las dificultades implícitas del aprendizaje.
Para andar bien en las clases, la académica destaca que es necesario aprender a organizar el tiempo, de manera que se evite la presión y el estrés de estar con los cuadernos a última hora.
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